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¿Cuánto tiempo de pantalla es demasiado para los niños?

¿Cuántas horas al día pasa mirando una pantalla? Esa es la definición del tiempo delante de una pantalla: el tiempo que pasa mirando su smartphone, portátil, ordenador de sobremesa, tableta o televisión. El tiempo delante de una pantalla de los niños debería limitarse. Aprenda qué dicen las investigaciones al respecto, lea consejos para crear límites saludables del tiempo delante de una pantalla y descubra cómo una aplicación de ciberseguridad potente puede protegerles, a usted y a su familia, en Internet.

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Escrito por Carly Burdova
Fecha de publicación diciembre 18, 2020
Revisado por Mike Polacko

¿Cuánto tiempo deben pasar los niños delante de una pantalla según la edad?

El tiempo adecuado que los niños pueden pasar delante de una pantalla está relacionado con el desarrollo del cerebro. Por ese motivo, el tiempo delante de una pantalla según la edad es un factor importante para determinar si hay que bloquear el acceso, instalar limitaciones de tiempo o gestionar y limitar el acceso de un menor a un dispositivo y sus aplicaciones (y cómo hacerlo).

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Este artículo contiene:

    El cerebro se desarrolla principalmente en los primeros años de vida. De hecho, el tamaño medio del cerebro se duplica durante el primer año de vida y habrá alcanzado el 80 % del tamaño adulto durante los tres primeros años. Los humanos nacemos con todas nuestras células cerebrales, pero son las redes neuronales entre estas células las que hacen que el cerebro funcione de verdad.

    Si los menores pasan demasiado tiempo delante de una pantalla (y menos tiempo en juegos no estructurados e interacciones humanas), tendrán menos oportunidades de crear estas redes neuronales vitales en nuestro cerebro. Por ello, seguir las recomendaciones de tiempo delante de una pantalla es una parte importante del desarrollo de un niño feliz y saludable que pueda alcanzar todo su potencial.

    Ese también es el motivo por el cual la edad es tan importante en lo que respecta al tiempo recomendado delante de una pantalla. El cerebro de un recién nacido es totalmente distinto al de un niño de cinco años, y el de un niño de cinco años es muy distinto al de un adolescente. Entonces, ¿cuántas horas a la semana pasa un niño delante de una pantalla como media? Probablemente, más de las recomendadas.

    Recomendaciones de tiempo delante de una pantalla por edad, según los consejos de la OMS y Asociación Estadounidense de Pediatría.Recomendaciones de tiempo delante de una pantalla por edad: entre los dos y los cinco años de edad, debería limitarse el tiempo delante de una pantalla a no más de una hora al día.

    Menores de dos años

    Los efectos del tiempo delante de una pantalla en los bebés es un tema polémico y no se ha determinado nada científicamente. En abril de 2019, la Organización Mundial de la Salud publicó unas directrices para el tiempo delante de una pantalla por primera vez, con la advertencia de que se basaban en «pruebas disponibles» no en «investigaciones definitivas».

    Si los menores pasan demasiado tiempo delante de una pantalla (y menos tiempo en juegos no estructurados e interacciones humanas), tendrán menos oportunidades de crear las redes neuronales vitales en nuestro cerebro.

    Desde el nacimiento hasta los dos años de edad, la OMS recomienda tajantemente cero horas de tiempo sedentario delante de una pantalla. De modo que, si se pregunta cuál es el tiempo adecuado para un niño de dos años, la respuesta es «ninguno».

    Otra fuentes, como la Asociación Estadounidense de Pediatría (AAP) no recomienda ningún tiempo delante de una pantalla para niños de menos de 18 meses de edad, con la excepción de las videollamadas. Recomienda introducir programación de alta calidad únicamente a partir de entre los 18 y los 24 meses de edad.

    Hay una diferencia clave entre el tiempo delante de una pantalla activo y sedentario. Dejar a un bebé delante de una pantalla y dejar que vea contenidos aleatorios es distinto de una videollamada interactiva con un padre o madre que esté de viaje o de un programa educativo creado expresamente para ese grupo de edad.

    Tener tolerancia cero puede estresar a los padres, que usan los dibujos animados como una distracción fácil mientras trabajan, cocinan o hacen cualquier cosa que requiera usar las dos manos y un poco de distancia de los niños (y sus gritos). Estas directrices son una referencia para una vida en familia saludable, pero no son normas de estricto cumplimiento.

    Las conclusiones más importantes es que el tiempo de juego no estructurado es más beneficioso para el desarrollo del cerebro de los niños que el consumo de contenido multimedia digital. Tenga esto en cuenta, pero deje hueco para algo de flexibilidad.

    Hasta los cinco años de edad

    El tiempo delante de una pantalla a partir de los dos años tiene un pase, pero no es el momento de dar vía libre sin condiciones. A los dos años de edad, la mayoría de los niños exploran palabras, imitan a animales y hasta gastan bromas. Introducir contenidos apropiados a su edad a través de una pantalla puede ser beneficioso en varios aspectos.

    En general, entre los dos y los cinco años de edad se recomienda limitar el tiempo de una pantalla a una hora al día. No obstante, según el pediatra Dimitri Christakis, «los niños estadounidenses en edad preescolar están unas cuatro horas y media al día delante de una pantalla». La clave para establecer límites para los más pequeños es fijarse más en el contenido y en la calidad y menos en el reloj.

    Las secuencias rápidas (las acciones animadas continuas y frenéticas) son muy distintas a una conversación humana significativa, pausada y en tiempo real.

    Si no puede alejar a sus hijos de las pantallas, piense en el tipo de estímulo que reciben. El ritmo de un programa de televisión tiene un impacto importante en cómo procesan la información. Las secuencias rápidas (las acciones animadas continuas y frenéticas) son muy distintas a una conversación humana significativa, pausada y en tiempo real.

    Compare Las Supernenas: La película (la primera película con una calificación PG en lugar de G debido a sus secuencias rápidas) con una serie infantil educativa, como Mister Rogers’ Neighborhood.

    La acción en Mister Rogers’ Neighborhood es lenta, quizá incluso más lenta que las experiencias en tiempo real, e incluye conversaciones humanas reales. El contenido está diseñado específicamente para ser educativo en primer lugar y entretenido después. Se centra en compartir, cuidar, sentirse importante y aprender para ser un miembro decente de la sociedad. En contraste, la película de Las Supernenas está hecha exclusivamente para entretener. El ritmo es frenético, con imágenes rápidas y una escena de acción tras otra.

    ¿Reconoce la sensación cuando una película de miedo perdura en su mente mucho después de haber terminado de verla? Lo mismo ocurre con los niños. El ritmo frenético de una aplicación o programa de televisión permanece en su mente (de un modo negativo) incluso después de apagar la pantalla.

    Entre seis y doce años de edad

    Determinar cuánto tiempo delante de una pantalla puede pasar un menor de entre seis y doce años puede ser muy complicado, especialmente porque puede estar pensando en comprarle su primer móvil. ¿Cuánto tiempo es saludable que pasen delante de una pantalla un adolescente, un preadolescente o un niño que esté aprendiendo a atarse los cordones? En términos generales, a partir de los seis años de edad el tiempo delante de una pantalla no debería interferir con la actividad física o del sueño.

    Piense primero en el tiempo que pasan alejados de una pantalla y luego establezca unas reglas coherentes que toda la familia pueda segur.

    Una buena norma a grandes rasgos es centrarse en las horas que no pasan delante de las pantallas, en lugar de centrarse en las que dedican a los dispositivos. ¿Su hijo duerme lo suficiente (entre 10 y 14 horas cada noche, en función de la edad), y dedica al menos una hora al día al ejercicio físico?

    Piense primero en el tiempo que pasan alejados de una pantalla y luego establezca unas reglas coherentes que toda la familia pueda segur.

    Entre 13 y 18 años de edad

    Con los adolescentes, hay que empezar a tener en cuenta el mundo de las redes sociales. Limitar el tiempo que pasan delante de una pantalla es totalmente distinto cuando hay que tener en cuenta TikTok, Instagram y YouTube.

    El tiempo recomendado para una persona de 13 años es el mismo que para una de 18: dos horas de tiempo de ocio al día delante de una pantalla. Hay que distinguir entre tiempo de ocio y tiempo educativo delante de una pantalla para encontrar el equilibrio en un adolescente. Esto es especialmente importante con las clases a distancia, que requieren tanto tiempo delante de un ordenador, y los crecientes riesgos asociados a amenazas en línea, como el ciberacoso.

    Los hábitos con las pantallas que se adquieran en una edad temprana pueden tener efectos duraderos (positivos y negativos) en la salud física y mental de los niños a medida que crecen.

    Entienda con qué frecuencia y durante cuánto tiempo su hijo debe mirar a una pantalla para hacer los deberes, asistir a clases en línea y llevar una vida estudiantil normal (especialmente en época de pandemia). Equilibre estos factores con el tiempo de ocio delante de una pantalla, lo cual puede implicar reducir el tiempo de ocio con una pantalla y recordarles que existe el mundo físico.

    Lo más importante es crear buenos hábitos. Los hábitos con las pantallas que se adquieran en una edad temprana pueden tener efectos duraderos (positivos y negativos) en la salud física y mental de los niños a medida que crecen y en su relación con los medios digitales cuando sean adultos.

    Establezca reglas de tiempo delante de una pantalla con una aplicación de control parental

    Ya sea para un pequeño de dos años pasado de vueltas o un adolescente rebelde determinado en crear sus propias reglas delante de una pantalla, una aplicación de control parental simplifica mucho la supervisión y la gestión de este tiempo para toda la familia. Antes hacía falta un pueblo entero, y ahora basta con una aplicación inteligente y unas pocas pulsaciones.

    Las aplicaciones de control parental, como Microsoft Family Safety y aplicaciones similares, ayudan a los padres a tomar las decisiones más correctas para los límites de tiempo delante de una pantalla. Dejan que los padres configuren los límites de acceso según los hábitos de uso de dispositivos de sus hijos, y les permite bloquear completamente el acceso a Internet si es necesario. Este bloqueo de Internet puede aplicarse cuando se desee y predefinirse según el horario escolar o de sueño para que no puedan conectarse a Internet cuando estén en clase o en la cama.

    Los riesgos de pasar demasiado tiempo delante de una pantalla

    Los efectos de pasar demasiado tiempo delante de una pantalla para los niños (al igual que determinar la cantidad de tiempo adecuada) son debatibles. Sin duda, pasar demasiado tiempo delante de una pantalla es malo. ¿Alguna vez ha hecho un maratón de series en Netflix, viendo un episodio tras otro hasta que el cerebro se funde? Lo mismo ocurre con los niños. Los padres de la generación smartphone tienen unos retos únicos.

    Si bien las investigaciones han demostrado que los bebés expuestos a estímulos desarrollan más el cerebro, no está claro dónde está el límite, es decir, cuándo hay que retirar el estímulo y cómo compensar la sobrestimulación de nuestras vidas digitales. No obstante, sí hay consenso en que los efectos negativos de pasar demasiado tiempo delante de la pantalla son reales y observables, especialmente en bebés y niños pequeños.

    Los riesgos pueden categorizarse aún más en riesgos a largo y corto plazo, teniendo en cuenta que los riesgos a corto plazo pueden convertirse en obstáculos permanentes si no se abordan. La seguridad de la familia en Internet incluye supervisar el tiempo delante de una pantalla para reducir ambos tipos de riesgos.

    Riesgos a corto plazo

    Los efectos a corto plazo de mirar demasiado tiempo una pantalla se manifiestan de inmediato. Estos efectos incluyen daños físicos relacionados con malas posturas y exposición a la luz azul. Si mira una pantalla durante mucho tiempo, podría experimentar:

    • Dolores de cabeza, en el cuello o en los hombros.

    • Irritabilidad y mal comportamiento.

    • Fatiga visual, ojos secos u ojos irritados.

    • Mala calidad del sueño o inquietud.

    Un estudio reciente de Harvard examinó el impacto negativo de la luz azul en los patrones del sueño. El cuerpo, especialmente los ojos, no absorbe toda la luz del mismo modo. La luz verde, por ejemplo, tiene longitudes de onda mayores y contiene menos energía que la luz azul.

    Los investigadores compararon los efectos de seis horas y media de exposición a luz azul y verde y concluyeron que la luz azul inhibe la melatonina (una hormona natural que regula los ciclos del sueño) el doble que la luz verde. Esto significa que, si pasa demasiado tiempo delante de una pantalla antes de acostarse, hay un impacto científicamente probado en la capacidad del cuerpo para dormirse y mantenerse dormido.

    Riesgos a largo plazo

    Los efectos a largo plazo del tiempo dedicado a mirar pantallas durante el desarrollo y la edad adulta son especialmente preocupantes. Las investigaciones en niños de edad preescolar han mostrado que dedicar demasiado tiempo a mirar una pantalla altera la estructura del cerebro, específicamente el área responsable del desarrollo del lenguaje y de la capacidad para leer y escribir. Los riesgos a largo plazo de un tiempo excesivo delante de una pantalla incluyen los siguientes:

    • Obesidad derivada de una falta de actividad física y demasiado sedentarismo.

    • Miopía como resultado de una exposición excesiva a la luz azul.

    • Sueño deficiente a largo plazo debido a los hábitos poco saludables de las pantallas.

    • Pérdida de habilidades sociales por las reducidas interacciones humanas.

    • Adicción a las pantallas debido a una sobrexposición a las tácticas de ludificación.

    • Problemas de comportamiento y depresión.

    • Problemas de salud mental, como un riesgo mucho mayor de trastorno por déficit de atención con hiperactividad en niños de menos de cinco años.

    • Estructura del cerebro alterada por la mielinización de la materia blanca del cerebro, que no está formada completamente hasta los dos años de edad.

    Si el daño cerebral y los problemas de salud crónicos no son suficientes para alejarlo de las pantallas, aquí tiene algunos estudios que asocian el exceso en el uso de redes sociales con la depresión y otros que muestran que los resultados escolares mejoran cuando se prohíben los teléfonos móviles en las clases. Estos problemas a largo plazo pueden empezar en la niñez o en la adolescencia y continuar en la edad adulta, especialmente si las actividades poco saludables relacionadas con las pantallas se convierten en una parte integral de su vida.

    ¿Qué hay de la COVID-19 y el tiempo delante de una pantalla?

    Aunque el mensaje está claro (pasar demasiado tiempo delante de una pantalla no es bueno para la salud de los niños), hay que tener en cuenta también la situación actual. ¿Cómo podemos preocuparnos por el exceso de tiempo delante de una pantalla durante una pandemia cuando los niños tienen clases a distancia?

    El equilibrio, el conocimiento y un poco de aceptación son muy importantes para establecer hábitos saludables relacionados con las pantallas en todo momento, pero especialmente ahora. Saber lo que sus hijos hacen en Internet (deberes, juegos, YouTube) puede ayudar a crear un plan eficaz para encontrar el equilibrio. Céntrese en la calidad por encima de la cantidad (las interacciones escolares son calidad), en el contenido apropiado a su edad y en actividades alejadas de las pantallas, como juegos no estructurados, ejercicio físico y sueño adecuado.

    ¿Qué aplicaciones deberían usar mis hijos?

    Surcar las complicadas aguas digitales de la niñez es complicado, pero, como padre o madre, debe capitanear el barco. No todas las aplicaciones son malas, pero algunas son peligrosas para los niños y deben evitarse.

    Cuanto más joven sea el niño, más importante es la distinción entre medios activos y pasivos. A los niños les encanta ver el impacto que tienen en el mundo real. Por ejemplo, piense en los botones. ¿Se ha fijado en cómo les gusta pulsarlos? La asociación entre la acción y el resultado (o entre la entrada y salida de información) es fascinante y debe ser un factor que hay que tener en cuenta a la hora de decidir qué aplicaciones pueden usar. Las aplicaciones de alta calidad apropiadas a su edad que permiten interactuar con el contenido deben tener prioridad por encima de aplicaciones pasivas, como las redes sociales o los vídeos en streaming.

    Proteger a sus hijos en Facebook, alejarlos de las funciones problemáticas de Instagram y determinar cuándo Twitter es seguro para los niños son partes importantes a la hora de educar a la generación de las redes sociales. Los dispositivos o teléfonos móviles de los niños solo deberían contener aplicaciones apropiadas para su edad. Revise las aplicaciones con ellos para explicar los motivos de esta práctica. Nunca es demasiado pronto (ni tarde) para enseñar buenos hábitos relacionados con el tiempo que pasan delante de una pantalla.

    Las aplicaciones de control parental son un aliado para supervisar el tiempo que dedican a las pantallas y aprender a construir un Internet apropiado a su edad. Con estas aplicaciones, puede bloquear fácilmente el contenido potencialmente peligroso (por ejemplo, las aplicaciones de redes sociales), crear filtros de contenido personalizado y establecer alertas automáticas para saber cuándo su hijo ha llegado a un sitio concreto o ha salido de él.

    Tras descargar y configurar la aplicación de control parental que prefiera, repase los fundamentos de privacidad en Internet y transmítaselos a sus hijos.

    Hable con ellos sobre la importancia de no proporcionar demasiada información personal en redes sociales y otras páginas. Asegúrese de que usted y sus hijos usen ajustes seguros en Facebook y buenos controles de privacidad en Instagram. También hay ajustes de control parental integrados en Android y controles parentales integrados en iPhone, así que tiene muchas opciones para garantizar la seguridad de sus hijos en Internet.

    Cómo limitar el tiempo delante de una pantalla

    Si pasan demasiado tiempo delante de una pantalla, no están jugando lo suficiente. La clave es limitar, no eliminar el tiempo delante de una pantalla, a la vez que se establecen controles parentales que actúen como su aliado para garantizar la seguridad en Internet. Estos son algunos consejos para que sus hijos naveguen con seguridad en Internet y puedan desconectar cuando sea necesario.

    • Predique con el ejemplo. Si dice una cosa, pero luego usted actúa de un modo distinto, el mensaje no siempre será eficaz. Ayude a sus hijos siendo un buen líder. Así que ya sabe, deje el móvil tranquilo.

    • Cree espacio para pasar tiempo alejado de las pantallas. También cuenta el tiempo pasivo relacionado con las pantallas, como tener la televisión de fondo. Ponga los dispositivos fuera de la vista para no tenerlos siempre en mente y compre un móvil a sus hijos solo cuando sea el momento apropiado.

    • Controle el tiempo que pasan delante de una pantalla. A veces puede fiarse y a veces no. Controlar la actividad de sus hijos en Internet y establecer límites con una aplicación de control parental le permitirá saber exactamente cuándo poner fin a la actividad por ese día.

    • No deje que usen pantallas desde 90 minutos antes de irse a la cama. Esto también se aplica a los adultos. Dedicar tiempo a mirar una pantalla antes de irse a dormir influye directamente en la capacidad del niño de dormir bien. Cree varias situaciones en las que las pantallas están prohibidas, como durante las clases, por la noche o durante las comidas.

    • Desarrolle un sistema de recompensas. Un gráfico de tendencia del tiempo delante de una pantalla que registre el buen comportamiento puede determinar si se han ganado ese tiempo gracias a un comportamiento saludable, o si necesitan hacer más tareas domésticas, deberes o actividades al aire libre.

    • Céntrese en medios activos, no pasivos. Busque situaciones que les permitan interactuar con la pantalla (pantalla táctil, juegos educativos apropiados a su edad o videollamadas). El tiempo sedentario delante de una pantalla tiende a durar más, así que intente evitarlo todo lo posible.

    • Sea constante. Cree hábitos que sean sostenibles y fáciles de recordar y que toda la familia pueda seguir. Proteger a la familia en Internet es un trabajo en equipo.

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    Carly Burdova
    18-12-2020
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