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No hay nada más deprimente que comenzar un nuevo juego el día del lanzamiento... solo para sufrir un funcionamiento renqueante o mala calidad gráfica. Si sus juegos se ejecutan con pocos FPS o las aplicaciones multimedia se ralentizan, no corra a reducir la configuración de calidad y hacer sacrificios. Pruebe a llevar el hardware al límite. Atrévase a acelerar la GPU.
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En otros casos, la aceleración permite aumentar un poco más los detalles gráficos. Por ejemplo, solo con aceleración puedo jugar a Nier: Automata con resolución 4K, el máximo detalle gráfico y unos estupendos 60 FPS. Sin esa aceleración, tendría que reducir algunos ajustes visuales y realizar sacrificios. Además, otras tareas dependientes de la GPU también podrían beneficiarse de la aceleración, como el renderizado multimedia, del que en buena medida se encarga la GPU.
Hoy en día, la aceleración es relativamente segura. Si hay algún problema, el portátil o PC se bloqueará o aparecerán anomalías visuales (lo que, además, es una buena advertencia de que el juego está a punto de bloquearse), pero es muy improbable que el hardware resulte dañado. Sí dañará la GPU si opta por convertirse en un acelerador profesional y utiliza LN2 o “mods shunt” con el fin de eliminar las limitaciones de voltaje y así poder desviar más energía al procesador gráfico... ¡Pero yo no me acercaría mucho a ese equipo! No es sostenible y supone lograr una ventaja marginal con un riesgo elevado. De usted depende, pero, por supuesto, si lo hace ya puede olvidarse de la garantía.
Si quiere saber cómo llevan los profesionales las GPU al límite, consulte los canales de los campeones alemanes de la aceleración. Mis favoritos son Der8auer, GamersNexus y JayzTwoCents.
La aceleración es un modo de optimizar el PC basado en el hardware. Solo merece la pena hacerlo si el PC ya está optimizado por el lado del software. De lo contrario, estaría negando las mejoras obtenidas con la aceleración. Si desea crear una base sólida para la aceleración, primero debe optimizar el software del PC para juegos y plantearse el uso de Avast Cleanup con el fin de reducir el impacto que procesos de terceros puedan tener en su equipo. La combinación de hardware y software optimizados le brindará el mejor rendimiento posible.
La aceleración es un modo directo de mejorar el rendimiento multimedia o para juegos de un PC o portátil. Necesita algunas cosas:
Una herramienta de aceleración: mi preferencia personal, y posiblemente la mejor de todas, es MSI Afterburner, que funciona con la mayoría de los chips de AMD y NVIDIA GeForce. Tenga en cuenta que las versiones más recientes de MSI Afterburner cuentan con un “OC Scan” (análisis de aceleración), inicialmente desarrollado para la serie más reciente de NVIDIA, la GeForce RTX (2070, 2080, 2080 Ti), que acelera la GPU de forma automática, una función muy conveniente. Hablaremos de esto más adelante. Puede descargar MSI Afterburner y sus versiones beta más recientes (lo que recomiendo, especialmente para las GPU de nueva generación) desde esta página.
Utilidad de aceleración MSI Afterburner
Si MSI no le sirve, EVGA Precision XOC es una buena alternativa que funciona perfectamente con tarjetas que no son EVGA. Sin embargo, EVGA requiere la creación de una cuenta para poder descargar lo que, por lo demás, es una estupenda herramienta gratuita.
Utilidad de aceleración EVGA Precision X
Los usuarios de AMD pueden echar un vistazo a AMD Overdrive, destinado específicamente a las GPU de esa marca. Si no le funciona ninguna de las herramientas anteriores, lo que sigue le ayudará a llevar el hardware al límite... y más allá.
Una prueba de estrés de la GPU: la aceleración de la GPU funciona bien a primera vista, incluso después de llevar minutos u horas jugando. Sin embargo, en mi experiencia, la aceleración muestra sus verdaderos efectos pasadas algunas horas de juego intenso. Hace poco, pensaba que había encontrado la configuración de aceleración perfecta para mis GPU Titan Xp, solo para comprobar que esos ajustes provocaban un bloqueo 1-2 horas después de empezar a jugar. Por eso se necesita una buena utilidad de prueba de estrés de la GPU, que debe ejecutar durante algunas horas para dar con la configuración idónea. Personalmente, yo utilizo dos herramientas para este cometido: 3DMark y Unigine Valley.
Ejecute esta prueba para obtener un nivel base de velocidad de fotogramas, estabilidad, velocidad del reloj y temperatura para su GPU. Repítala varias veces para hacerse una idea de la capacidad de su procesador gráfico.
La prueba de estrés 3DMark proporciona numerosos análisis detallados y es fácil de automatizar, pero requiere contar con la versión “Professional” (de pago).
Unigine Valley renderiza un complejo bosque y lleva su combinación de CPU/GPU al límite.
Lo de acelerar suena peligroso, pero no lo es si sigue al detalle los pasos siguientes.
Antes de comenzar con el paso 1, realice una prueba con la configuración predeterminada (consulte la sección anterior) para determinar un rendimiento base. De es modo, se hará una idea de lo que puede conseguir.
Voy a mostrar cómo se acelera mediante la herramienta MSI Afterburner, ya que es mi forma preferida de forzar la tarjeta gráfica, pero el método es muy similar en las demás. ¿Preparado? Estupendo. Primero, iniciamos MSI Afterburner.
Configuración de aceleración de MSI Afterburner
Voy a explicar lo que vemos aquí:
La velocidad de reloj actual de la GPU y la memoria: este número aumenta y disminuye en función de las necesidades de la GPU, por lo que, si no se está ejecutando ninguna carga gráfica, no veremos muchas fluctuaciones.
El voltaje actual: tenga en cuenta que la mayoría de las GPU modernas impiden cambiar el voltaje, ya que el hardware podría resultar dañado. Hay soluciones alternativas (como actualizar el BIOS, entre otras), pero no lo recomendamos porque se obtienen ventajas mínimas.
Temperatura de la GPU: normalmente, 80-85 °C es un buen valor máximo. Si se supera, el calor podría ser excesivo y la tarjeta gráfica podría limitarse a sí misma.
Límite de energía: aquí, normalmente puede aumentar la potencia hasta un 20 % y así contar con mayor margen para la aceleración. Si su tarjeta tiene un límite de 250 vatios, puede aumentarlo hasta los 300 vatios moviendo el control deslizante hacia la derecha. Sin embargo, esté atento al nivel de temperatura y de ruido. Cuanto mayor es el límite, más se calienta todo.
Límite de temperatura: este control aumenta el límite de temperatura antes de que la GPU comience a restringir demasiado su propio rendimiento.
Reloj central: ¡el botón mágico número 1! Aumenta la velocidad del reloj de la GPU y es una de las medidas clave para mejorar el rendimiento.
Reloj de la memoria: ¡el botón mágico número 2! Este aumenta la frecuencia de la memoria, lo que incrementa el ancho de banda, otro factor clave para obtener más FPS.
Inicio: este botón hace que Afterburner se inicie siempre que arranque el PC.
Aceptar: el botón “Vamos a darle caña” que aplica la configuración de aceleración.
Vamos a empezar a trabajar. Primero, aumentamos el límite de temperatura al máximo y elevamos el límite de potencia un 10 %. De este modo obtenemos margen para el primer gran paso de la aceleración. Ahora, movemos el control deslizante de la GPU hacia la derecha +50 MHz. Pulsamos el botón Aceptar (9). Normalmente, una aceleración de 5-50 MHz no debería causar problemas, así que nos sirve para comprobar que la aceleración simplemente funciona. Si no es así, le va tocando comprar una nueva tarjeta gráfica, ya que la suya no admite ninguna aceleración.
Aceleración paso a paso con MSI Afterburner
¿Todo funciona correctamente? Llegados a este punto, vamos a realizar una prueba de estrés de la GPU. Ejecute 3DMark y Unigine Valley. ¿No experimenta anomalías o bloqueos? Fantástico. Puedes vayamos subiendo la velocidad el reloj en pasos de 10 MHz. Pulse Aceptar. Pruebe de nuevo. Si funciona, repita el proceso una y otra vez hasta que llegue un límite en que el juego se bloquea o el PC/portátil se reinicia. Reduzca entonces 10 MHz para contar con algún margen. En mi caso, fui capaz de acelerar la Titan Xp hasta en 170 MHz (estable).
Normalmente, es posible acelerar la memoria (RAM de vídeo/VRAM) entre un 10 y un 15 % y así lograr un aumento drástico en el rendimiento de los juegos que hacen un uso intenso de esta memoria, especialmente aquellos que deben cargar montones de texturas. En el caso de nuestra Titan Xp, su memoria funciona a 5505 MHz, por lo que pude acelerarla fácilmente en 400-500 MHz. Mi consejo es comenzar por poco e ir subiendo en incrementos de 50 MHz hasta alcanzar un límite. Tenga en cuenta que los juegos reaccionan de un modo muy variado al acelerar el reloj de la memoria. Algunos funcionan significativamente más rápido y sin problemas, mientras que en otros aparecen anomalías gráficas. Yo utilizaba una aceleración de la memoria de +700 MHz y todo funcionaba bien excepto con mis dos juegos favoritos: The Witcher 3 y Nier: Automata. Tuve que reducir la aceleración. (Música triste de trombón).
Si llega al límite, aumente al máximo el límite de temperatura y potencia (si aún no lo había hecho), e inténtelo de nuevo. Es probable que pueda apretar un poco más el reloj tanto de la GPU como de la memoria, pero no será mucho y el nivel de ruido podría ser excesivo. En mi caso, dejé el límite de potencia en +114 %.
Y un último consejo: la aceleración máxima debe hallarla usted mismo. No hay ninguna guía que diga: “¿Tiene una GeForce RTX 2080 Ti? ¡Pues el ajuste máximo es de +200 MHz para la GPU y 800 MHz para la VRAM!” Ya me gustaría. El problema es que la fabricación de cada chip es diferente en un nivel químico. Cada compuesto de silicio es diferente y existen variaciones, por lo que un chip podría no aguantar el mismo nivel de calor y estrés que otro.
Debería ser posible acelerar la mayoría de las GPU, aunque podría encontrar problemas de compatibilidad, especialmente con las GPU para portátiles y los procesadores gráficos HD de Intel. Pero, en general, todo debería funcionar a la perfección. En lo que respecta a los portátiles, es posible acelerar la mayoría de sus GPU, pero se topará con límites térmicos.
Aceleración de portátiles, como la GeForce 965M GTX de un Surface Book: ¡es posible, pero sea precavido!
En general, los portátiles deben encajar componentes de alta potencia en una carcasa diminuta y con una ventilación limitada. La aceleración de la GPU provocaría un aumento del calor (a más operaciones, mayor temperatura), por lo que podría alcanzar los límites térmicos. El portátil podría apagarse y reiniciarse durante las sesiones de juego. No obstante, pese a la capacidad limitada de aceleración, es posible lograr alguna mejora en estos equipos. Tomemos, por ejemplo, el Surface Book: Antes de la aceleración, la velocidad de fotogramas en Far Cry Primal caía hasta los 44 FPS...
... mientras que, después del procedimiento, los FPS mínimos llegaban a 52. Es una mejora notable para un portátil. Sin embargo, tenga en cuenta que algunos portátiles no están diseñados para la aceleración y podrían bloquearse incluso con una aceleración mínima. En esos casos, hay que buscar métodos alternativos para optimizar el rendimiento, ya sea de forma manual o con un software de optimización de PC que ayude a reducir la actividad en segundo plano. También podría actualizar los controladores de la GPU y plantearse la aceleración de la CPU para lograr aumentos de rendimiento adicionales.
Para evitarse algunas de las experimentaciones descritas, siempre puede comprar una tarjeta acelerada de fábrica, como los modelos EVGA FTW3 o MSI Lightning Z, que superan los valores de fábrica de los modelos de referencia NVIDIA originales.Para poner las cosas en perspectiva: mientras que la 2080 TI básica puede acelerar hasta los 1635 MHz, la Lightning Z llega a 1770 MHz por defecto y es posible apretarla aún más, ya que cuenta con fuentes de alimentación y PCB más robustas.
¿Y qué hemos conseguido con todas estas aceleraciones? Hemos realizado análisis con algunos de los juegos más recientes y 3DMark. Los resultados son bastante notables.
A la izquierda tenemos elAssassins Creed Odysseys del año pasado, al que le cuesta alcanzar los 60 FPS con resolución 4K incluso en un hardware de alto nivel. La aceleración nos acercó un poco más a ese número mágico. A la derecha, Shadow of the Tomb Raider se benefició bastante de la aceleración, pues logró aumentar los FPS de 91 a 110 en modo SLI.
En todos los casos pudimos obtener un aumento perceptible del rendimiento, aumento que en ocasiones supuso la diferencia entre ir renqueando o funcionar como la seda, con 60 FPS (o más). Y ahora, deje de enredar con los relojes y simplemente disfrute de los juegos, ¡que para eso estamos aquí! No sea como yo y no pierda horas y horas para dar con la velocidad PERFECTA, con una precisión de un MHz. (Además, no notará la diferencia entre 175 y 170 MHz de frecuencia).
Una vez que haya terminado de optimizar el hardware, ocúpese del software y siga los pasos para reducir la actividad en segundo plano que puede ralentizar los PC para juegos. Avast Cleanup puede ayudarle, ya que pone a dormir las aplicaciones que afectan al rendimiento, limpia el disco para obtener más espacio y desinstala los elementos que acaparan recursos.