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Rootear un dispositivo Android desbloquea el teléfono o la tableta y elimina las restricciones del fabricante, pero también puede abrir la puerta a amenazas de seguridad. Aunque el acceso root le permite eliminar o instalar las aplicaciones que quiera, podría invalidar la garantía y dañar el dispositivo. Descubra qué es el rooteo y cuáles son sus riesgos potenciales. Infórmese sobre cómo una aplicación de seguridad puede ayudarle a proteger su teléfono.
Rootear es el proceso de acceder y editar los directorios de archivos root del sistema operativo de un dispositivo Android. Los fabricantes y las operadoras suelen restringir el acceso a los archivos root para evitar que los usuarios dañen sus dispositivos. Un dispositivo Android rooteado permite poder personalizarlo por completo, con todos los riesgos y peligros que conlleva.
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Aunque pueda parecer un concepto sumamente técnico, rootear un dispositivo no es más que obtener plenos privilegios de administrador del sistema. Android deriva de un sistema operativo llamado Unix, en el que la cuenta principal de administrador del sistema se llama «root». Así, al obtener acceso sin restricciones a las ubicaciones de las carpetas del sistema, los archivos y los comandos en un dispositivo Android, el usuario se convierte en root.
Para la mayoría de los usuarios, los riesgos de rootear un teléfono no merecen la pena, sobre todo teniendo en cuenta la funcionalidad y flexibilidad de los smartphones modernos.
Al igual que hacer jailbreak en un dispositivo iOS, rootear un teléfono elimina todas las barreras y puede invalidar la garantía, por lo que lograr el acceso root en un dispositivo Android no es muy recomendable a menos que sepa lo que hace. Aunque desbloquea algunas funcionalidades, causar daños irreparables a un dispositivo rooteado es demasiado fácil. Además, sus datos pueden ser especialmente vulnerables si los hackers encuentran su teléfono perdido.
Así pues, ¿merece la pena el acceso root? Antes de decidir si quiere rootear su teléfono Android, asegúrese de que sabe perfectamente para qué sirve rootear y de qué es capaz un dispositivo Android rooteado. Después, sopese las ventajas y los inconvenientes.
Rootear es el proceso de eliminar las restricciones del fabricante para acceder a los directorios de archivos root de un dispositivo Android.
Tener acceso root puede ser necesario para empresas, periodistas, activistas o disidentes que pretendan alterar la funcionalidad del dispositivo o instalar software personalizado. Pero hacerlo conlleva numerosos riesgos e inconvenientes. Además, en la gran mayoría de los casos de uso, los riesgos de rootear superan con creces los beneficios.
Examinemos con más detalle las posibles ventajas y los inconvenientes de rootear un teléfono Android.
Algunas personas y organizaciones pueden optar por rootear un teléfono Android con el fin de:
Alterar la apariencia del dispositivo. Un teléfono o una tableta rooteados pueden personalizarse hasta el último detalle: los emojis, las fuentes, las notificaciones, los estilos de los iconos e incluso la disposición de los botones.
Eliminar las aplicaciones preinstaladas. El rooteo permite limpiar su teléfono eliminando las molestas aplicaciones predeterminadas y demás bloatware que no utiliza. También puede ocultar aplicaciones en Android más fácilmente si no desea que nadie más las vea.
Instalar aplicaciones no autorizadas. Rootear un teléfono Android permite instalar aplicaciones que no están disponibles a través de tiendas de aplicaciones oficiales como Google Play. También puede ejecutar aplicaciones con acceso root que interactúan directamente con los archivos del sistema Android.
Cambiar la funcionalidad del dispositivo. Los fabricantes de teléfonos retocan el código base de Android mediante firmware que determina exactamente cómo se comporta el dispositivo. Rootear el teléfono o la tableta Android libera la configuración de fábrica y permite utilizar firmware personalizado.
Hacer underclocking en el procesador. Se puede hacer underclocking en un dispositivo rooteado para obligarlo a funcionar más lentamente. Esto reducirá el consumo de energía y aumentará la duración de la batería, pero repercutirá negativamente en el rendimiento.
Hacer overclocking en el procesador. Igual que se puede hacer overclocking en la GPU o la CPU del PC, se puede acelerar un dispositivo Android llevando el procesador del teléfono rooteado más allá de sus límites oficiales. No obstante, hacer overclocking también acelerará la degradación de la batería y quizás hacer que el teléfono se sobrecaliente.
Bloquear anuncios. Rootear el dispositivo permite modificar los archivos host para bloquear los anuncios en los navegadores, YouTube y otros sitios. De esta manera, se libera ancho de banda para aumentar la velocidad de Internet del teléfono y permitir una navegación sin problemas.
Estas son las vulnerabilidades y los inconvenientes asociados a un dispositivo rooteado:
Desactivación de aplicaciones de pago y bancarias. La mayoría de las aplicaciones bancarias y de pago se ha programado para dejar de funcionar si se detecta una manipulación del dispositivo. Esto ayuda a prevenir el robo de identidad y el fraude, pero no diferencia entre una modificación legítima y un intento de hackeo malintencionado.
Inutilización. Un movimiento en falso al intentar tener acceso root en el código del sistema puede inutilizar fácilmente el dispositivo. Un teléfono inutilizado deja de funcionar, no responde a la interacción del usuario y se vuelve inservible.
Pérdida de funcionalidad. Rootear un móvil puede desactivar funciones básicas como la cámara o el escáner de huellas digitales, hacer que las aplicaciones favoritas tengan fallos o que dejen de funcionar por completo. Estos cambios no deseados pueden ser difíciles o imposibles de revertir.
Invalidación de la garantía. Los fabricantes de teléfonos de EE. UU. pueden invalidar automáticamente la garantía en el momento en que se intente rootear un dispositivo Android. En la Unión Europea, la garantía legal de dos años solo se invalida si se demuestra que el rooteo ha causado un defecto.
Riesgos para la seguridad. Algunas de las funciones de seguridad integradas en el sistema operativo Android pueden desactivarse en un dispositivo rooteado. Y si no es capaz de instalar actualizaciones y parches de seguridad, la vulnerabilidad del teléfono a los ataques de día cero empeora cada día más.
Entre los inconvenientes de rootear un teléfono Android, cabe citar la pérdida de funcionalidad, la invalidación de la garantía y el aumento de los riesgos de seguridad.
Para la mayoría de los usuarios, los riesgos de rootear un teléfono no merecen la pena, sobre todo teniendo en cuenta la funcionalidad y flexibilidad de los smartphones modernos. Aunque no recomendamos esta acción, si intenta rootear su teléfono o tableta Android, primero efectúe una copia de seguridad de todos sus datos y asegúrese de saber de verdad lo que hace.
Antes de empezar, tendrá que realizar algunos cambios en la configuración del sistema en el menú Ajustes, seleccionando Acerca del teléfono. A continuación, en Información del software, busque el número de compilación del teléfono y tóquelo siete veces para activar el modo de desarrollador. Ahora las Opciones de desarrollador ya se muestran en el menú Sistema. Active las opciones Desbloqueo OEM y Depuración de USB.
Aunque los pasos varían según el dispositivo, una vez que haya configurado las opciones de desarrollador descritas anteriormente, puede rootear un teléfono o una tableta Android siguiendo este proceso general:
Desbloquee el gestor de arranque del dispositivo, que es el programa responsable de arrancar el teléfono. Algunas marcas como Google, Motorola y OnePlus permiten desbloquear el gestor de arranque de forma oficial, pero según el operador, esta acción puede invalidar la garantía.
Después de desbloquear el gestor de arranque, ya puede «flashear» su dispositivo sobrescribiendo la ROM original con una ROM personalizada del dispositivo Android.
Para terminar de rootear el dispositivo, suele ser necesario utilizar software de terceros. Querrá utilizar un programa que realice un rooteo sin sistema y no toque ningún archivo del sistema.
Por enésima vez, tenga cuidado con las aplicaciones de terceros. Sobre todo, desconfíe de las que afirman que pueden rootear su dispositivo con unos pocos clics: estas aplicaciones suelen ser troyanos que contienen spyware. Si considera que le han engañado, tome medidas de inmediato para eliminar spyware de su dispositivo Android.
Si se ha inutilizado el dispositivo o se han producido otros problemas al rootear el teléfono, aplique estos pasos para resolverlos:
Arranque el teléfono en modo de recuperación. Cada teléfono arranca en modo de recuperación de manera diferente. La comunidad de desarrolladores de software XDA tiene una guía muy útil sobre cómo arrancar diferentes marcas de Android en modo de recuperación.
Borre la partición de caché. Equivale a eliminar todos los datos o algo similar.
Vuelva a arrancar el dispositivo y compruebe si el problema se ha resuelto.
Si borrar la caché del dispositivo Android y volver a arrancar no funciona, procure restablecer los valores de fábrica.
¿Sigue teniendo problemas? Como último recurso, puede intentar volver a un sistema operativo conectando el teléfono a un PC, con un arranque rápido del dispositivo y «flasheando» el teléfono con la ROM original del fabricante o una ROM personalizada.
Sin embargo, estas acciones deberían intentarlas solo quienes tengan los conocimientos técnicos adecuados. Si ya ha tenido problemas al intentar rootear el teléfono, es recomendable buscar la ayuda de un experto para evitar dañarlo aún más.
Rootear es legal, pero no es seguro. Al anular las barreras de seguridad integradas del fabricante del dispositivo, se expone a mayores riesgos de seguridad que pueden causar daños permanentes al teléfono. Si observa algún signo de hackeo del teléfono después de rootearlo, ejecute inmediatamente un análisis completo con una herramienta de eliminación de malware.
No se recomienda rootear el teléfono debido a los riesgos de seguridad asociados y a la posibilidad de dañar la funcionalidad. Alterar el sistema operativo de esta manera también es muy probable que invalide la garantía del teléfono.
Por supuesto, hay razones legítimas para rootear un dispositivo Android: los denunciantes y los periodistas pueden querer configurar un teléfono imposible de rastrear, o los ingenieros de software pueden necesitar un dispositivo completamente desbloqueado para realizar pruebas. No obstante, para la gran mayoría de los usuarios, rootear no es necesario ni aconsejable.
Según el fabricante del dispositivo y dónde se haya comprado, rootear un teléfono o una tableta Android puede invalidar la garantía. Esto se debe a que rootear permite desactivar las protecciones de seguridad integradas destinadas a asegurar el funcionamiento seguro y normal del dispositivo, lo que aumenta el riesgo de mal funcionamiento o de infección por malware.
Muchos proveedores y empresas operadoras estadounidenses estipulan que la garantía se invalida en el momento en que se obtiene acceso root al sistema operativo. En la Unión Europea, donde las garantías gozan de mayor protección jurídica, rootear puede invalidar una garantía si se demuestra que es la causa directa de un defecto. Por lo tanto, si se plantar rootear, lea atentamente la información sobre la garantía y póngase en contacto con el fabricante para cualquier duda.
Rootear un dispositivo Android lo deja mucho más expuesto a ataques de malware, hacking y otras amenazas de seguridad. La manipulación de los subsistemas de Android no solo puede desactivar las funciones de seguridad, sino que también los teléfonos rooteados dejan de recibir actualizaciones de seguridad oficiales, lo que significa que no se pueden aplicar parches para los fallos y las vulnerabilidades recién descubiertos.
Otro riesgo asociado al rooteo es que el acceso del administrador del sistema debilita la estructura compartimentada de almacenamiento de datos del teléfono. Es decir, borrar por accidente o dañar información importante resulta fácil. Y sin un almacenamiento de datos por separado, un intruso no autorizado puede acceder sin restricciones a todos los datos almacenados en el dispositivo.
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