Aunque Linux tiene fama de ofrecer fuertes medidas de seguridad, lo que lo convierte en una opción popular para los servidores empresariales, lo cierto es que ningún sistema operativo (SO) está completamente a salvo de los ataques de malware. La naturaleza del malware es tal que el error humano puede ser a menudo la causa de una brecha, a través de la suplantación de identidad, el uso de contraseñas débiles, o no aplicar las actualizaciones cuando están disponibles.
Uno de los aspectos positivos para los usuarios de Linux es que las actualizaciones de seguridad no solo son regulares, sino que generalmente se consideran muy eficaces, lo que proporciona a su sistema una de las mejores seguridades del sistema operativo disponibles.
Otro aspecto positivo es que Linux asigna automáticamente permisos de acceso restringidos, lo que significa que si un pirata informático malintencionado consigue acceder a una cuenta de usuario, es menos probable que pueda acceder a datos seguros o conseguir controles de administración.
Los sistemas operativos Windows y Mac son más utilizados que Linux, pero los malos actores saben que Linux está creciendo en popularidad como sistema para servidores empresariales. Al obtener acceso a un sistema Linux, es mucho más probable que los hackers accedan a un servidor que a un único punto final. Por esta razón, las empresas no deben confiarse: debe utilizar un software antivirus para reducir el riesgo de ser atacado.